viernes, 29 de junio de 2012

“QUÉ LEJOS ESTOY DEL SUELO DONDE HE NACIDO…”


Por: cris teen-a
Twitter: @unanssprechlich
Colaboradora invitada





dicen que alguien habrá de servirse de los arrepentidos y en este caso, no puedo más que, con toda la pena (sí, en nuestro uso de “pena: vergüenza” y en el uso de “pena: dolor”, que es con el que en este lado del mundo la palabra se halla asociada) que puedo sentir, reconocer uno de los más graves errores que he cometido desde hace… bueno, digamos, toda mi vida: el haber estado en la burbuja del desinterés con respecto a la política, la economía, la situación de antaño y la actual de nuestro, por ahora, lejano país. no es que mis problemas fueran más importantes, es que simplemente, no me concientizaba de la gravedad de lo que estaba ocurriendo a mi alrededor… y eso que estudié FILOSOFÍA. ya lo sé, es deplorable que lo ponga en esos términos, pues, por muy interesante que pudiera resultarme lo dicho en LEVIATÁN, EL CONTRATO SOCIAL o EL PRÍNCIPE, no conectaba. yo estaba muy contenta leyendo y escribiendo sobre el lenguaje y no, honestamente, no llegué a analizar discursos políticos, como para poder argumentar en mi defensa que tuve algún interés genuino en lo dicho por la gente que “ha estado a nuestro cargo” (por no decir, “cargándonos”). me daba lo mismo, aunque sí llegué a votar en dos ocasiones: en 2006, para las elecciones presidenciales y en 2010, para elegir al gobernador de mi estado, VERACRUZ.

en esta ocasión, es el sistema el que se servirá de esa condición valemadrista “tan principios de 2012” que estuve presentando, pues, por el hecho de no haberme dado de alta a tiempo en el CONSULADO GENERAL DE MÉXICO EN BARCELONA para votar, he ahogado un grito de desesperación, pidiendo ayuda y sobre todo, un cambio, tanto para que esa ayuda se haga llegar, como para que el panorama rojo oscuro que ha ido coloreando los campos y el pavimento de nuestro suelo, vaya recobrando sus tonalidades naturales. no obstante, pienso, aún cuando el reloj haya dejado caer toda la arena que estaba en el depósito superior, las letras me permiten voltearlo al revés y hacer que la arena vuelva a caer, tal vez, un poco, a mi favor. sé que con esto no estoy cambiando ni un ápice de lo que podría cambiar si hubiera votado esta vez, que realmente es una disculpa de las tantas que deberíamos pedirle a MÉXICO por actitudes como la mía, pero, también, por todo lo demás y una manera de hacerlo, es invitando a los lectores que están haciendo lo mismo, es decir, viviendo con el “gane quien gane, vamos a seguir igual”, o en la inopia, o en la indecisión, a alzar la voz mediante el voto, un voto bien razonado y que no esté sujeto a todo el bombardeo propagandístico del que hemos estado siendo sujetos desde tiempos inmemoriales.

sería mucho pedir que ese voto tampoco estuviera sujeto a la tradición familiar de elegir siempre los mismos colores o incluso, a los rostros que nos pudieran resultar más cercanos que lejanos, ni a las promesas en corto de “si tú…, yo…”. me parece que este 10 DE JUNIO, además de haberse llevado a cabo las simultáneas manifestaciones de #YOSOY132, en el debate, tuvimos a los cuatro candidatos en un retrato de cuerpo entero y este espacio no es para escribir sobre cómo los percibí o cómo me hubiera posicionado en caso de haberme encontrado en la casilla que normalmente ponen en la escuela que queda a la vuelta de la casa de XALAPA el 1º DE JULIO o habiendo hecho el trámite necesario para que mi papeleta ya estuviera allí, sino, para decir que, por favor, piensen que una acción tan sencilla como ésta tiene la potencia de encaminar al país a donde nosotros queremos hacerlo llegar o, mejor, de hacer que la utopía se vuelva alcanzable. es algo procesual, desde luego, pero mejorar siempre es un proceso, ¿cierto? entonces, hagamos lo que sea necesario para conseguirlo, aunque, eso sí, con los ojos bien abiertos para ver los posibles escenarios en los que podríamos encontrarnos. y para todos los que se hallen con una frustración similar, es decir, con ese sentimiento amargo generado por la impotencia que nos supone estar tan lejos, el alcance del tiempo y el motivo particular que haya sido… fue una grave equivocación no habernos pronunciado, pero aún podemos hacer algo para remediarlo: informarnos, unirnos y crear conciencia, mas no mediante la imposición de la perspectiva que ahora tenemos por estar a la distancia, sino, favoreciendo al cuestionamiento entre nuestra gente. ése es el papel que a esta clase de arrepentidos nos corresponde desempeñar y considero, debemos cumplir con ello con responsabilidad y compromiso. de ser así, tal vez, sólo tal vez, nuestros gritos de ayuda se verán reforzados por la garganta de los demás y el cambio por el que tanto abogamos desde aquí, pará allá, podría ser fáctico




NOTA: Por indicaciones de la autora, se ha respetado el formato de minúsculas y mayúsculas que ella ha utilizado en el texto. 

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