Por: cris teen-a
Twitter: @unanssprechlich
Colaboradora invitada
dicen que alguien habrá de servirse de
los arrepentidos y en este caso, no puedo más que, con toda la pena (sí, en
nuestro uso de “pena: vergüenza” y en el uso de “pena: dolor”, que es con el
que en este lado del mundo la palabra se halla asociada) que puedo sentir,
reconocer uno de los más graves errores que he cometido desde hace… bueno,
digamos, toda mi vida: el haber estado en la burbuja del desinterés con
respecto a la política, la economía, la situación de antaño y la actual de
nuestro, por ahora, lejano país. no es que mis problemas fueran más
importantes, es que simplemente, no me concientizaba de la gravedad de lo que
estaba ocurriendo a mi alrededor… y eso que estudié FILOSOFÍA. ya lo sé, es
deplorable que lo ponga en esos términos, pues, por muy interesante que pudiera
resultarme lo dicho en LEVIATÁN, EL CONTRATO SOCIAL o EL PRÍNCIPE, no
conectaba. yo estaba muy contenta leyendo y escribiendo sobre el lenguaje y no,
honestamente, no llegué a analizar discursos políticos, como para poder
argumentar en mi defensa que tuve algún interés genuino en lo dicho por la
gente que “ha estado a nuestro cargo” (por no decir, “cargándonos”). me daba lo
mismo, aunque sí llegué a votar en dos ocasiones: en 2006, para las elecciones
presidenciales y en 2010, para elegir al gobernador de mi estado, VERACRUZ.
en esta ocasión, es el sistema el que se
servirá de esa condición valemadrista “tan principios de 2012” que estuve
presentando, pues, por el hecho de no haberme dado de alta a tiempo en el
CONSULADO GENERAL DE MÉXICO EN BARCELONA para votar, he ahogado un grito de
desesperación, pidiendo ayuda y sobre todo, un cambio, tanto para que esa ayuda
se haga llegar, como para que el panorama rojo oscuro que ha ido coloreando los
campos y el pavimento de nuestro suelo, vaya recobrando sus tonalidades
naturales. no obstante, pienso, aún cuando el reloj haya dejado caer toda la
arena que estaba en el depósito superior, las letras me permiten voltearlo al
revés y hacer que la arena vuelva a caer, tal vez, un poco, a mi favor. sé que
con esto no estoy cambiando ni un ápice de lo que podría cambiar si hubiera
votado esta vez, que realmente es una disculpa de las tantas que deberíamos
pedirle a MÉXICO por actitudes como la mía, pero, también, por todo lo demás y una manera de hacerlo, es invitando a los
lectores que están haciendo lo mismo, es decir, viviendo con el “gane quien
gane, vamos a seguir igual”, o en la inopia, o en la indecisión, a alzar la voz
mediante el voto, un voto bien razonado y que no esté sujeto a todo el bombardeo
propagandístico del que hemos estado siendo sujetos desde tiempos inmemoriales.
sería mucho pedir que ese voto tampoco
estuviera sujeto a la tradición familiar de elegir siempre los mismos colores o
incluso, a los rostros que nos pudieran resultar más cercanos que lejanos, ni a
las promesas en corto de “si tú…, yo…”. me parece que este 10 DE JUNIO, además
de haberse llevado a cabo las simultáneas manifestaciones de #YOSOY132, en el
debate, tuvimos a los cuatro candidatos en un retrato de cuerpo entero y este
espacio no es para escribir sobre cómo los percibí o cómo me hubiera posicionado
en caso de haberme encontrado en la casilla que normalmente ponen en la escuela
que queda a la vuelta de la casa de XALAPA el 1º DE JULIO o habiendo hecho el
trámite necesario para que mi papeleta ya estuviera allí, sino, para decir que,
por favor, piensen que una acción tan sencilla como ésta tiene la potencia de
encaminar al país a donde nosotros queremos hacerlo llegar o, mejor, de hacer
que la utopía se vuelva alcanzable. es algo procesual, desde luego, pero
mejorar siempre es un proceso, ¿cierto? entonces, hagamos lo que sea necesario
para conseguirlo, aunque, eso sí, con los ojos bien abiertos para ver los
posibles escenarios en los que podríamos encontrarnos. y para todos los que se
hallen con una frustración similar, es decir, con ese sentimiento amargo
generado por la impotencia que nos supone estar tan lejos, el alcance del
tiempo y el motivo particular que haya sido… fue una grave equivocación no
habernos pronunciado, pero aún podemos hacer algo para remediarlo: informarnos, unirnos y crear conciencia,
mas no mediante la imposición de la perspectiva que ahora tenemos por estar a
la distancia, sino, favoreciendo al cuestionamiento entre nuestra gente. ése es
el papel que a esta clase de arrepentidos nos corresponde desempeñar y
considero, debemos cumplir con ello con
responsabilidad y compromiso. de ser así, tal vez, sólo tal vez, nuestros
gritos de ayuda se verán reforzados por la garganta de los demás y el cambio
por el que tanto abogamos desde aquí, pará allá, podría ser fáctico.
NOTA: Por indicaciones de la autora, se ha respetado el formato de minúsculas y mayúsculas que ella ha utilizado en el texto.
NOTA: Por indicaciones de la autora, se ha respetado el formato de minúsculas y mayúsculas que ella ha utilizado en el texto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario