El Colectivo Machincuepa convocó a la comunidad mexicana a un ejercicio reflexivo: pensar qué significa en estos tiempos la Independencia Mexicana, y si es pertinente celebrar o no. El diálogo fue muy fructífero. Estos son algunos textos al respecto.
1. Mayra Flores
Integrante del Colectivo Machincuepa.
Independencia, ¿ o qué celebramos?
Nuevamente está por llegar el aniversario del Grito de la
Independencia de México. Pero ahora es la primera vez que me pregunto si debo
festejar o no este día, una fecha que desde pequeña me gusta mucho, por la
felicidad de la gente, por ver los tricolores, luces, música popular, antojitos
mexicanos, bailes típicos y todo lo que tenga que ver con la identidad tan
patriótica que nos caracteriza como mexicanos.
Hoy me planteo el celebrar o no, porque como ya es bien sabido no
estamos en un buen momento: en los últimos años han sucedido acontecimientos
que han mermado el avance en nuestro país a nivel social, político y económico.
Después de ver y vivir estas elecciones sucias y manipuladas, de saber
fehacientemente que México tiene un presidente no elegido verdaderamente por el
pueblo, sino impuesto, y que “Democracia” es una palabra que no se emplea
en el país... Después de enterarme de tragedias que se pudieron haber evitado
como la del Casino Royal en Monterrey, los miles de cuerpos mutilados,
calcinados en narcofosas…
Después de ser testigo de todo esto, tengo la oscura sensación de
que no puedo festejar. Porque es como burlarme de los campesinos que no tienen
ningún apoyo del gobierno, de los miles indígenas a los que no se les respeta,
de la falta de igualdad, de las injusticias cotidianas, de la falta de empleo
de los jóvenes egresados de universidades, y de mucho, mucho, mucho más.
Y como diría Eduardo del Rio García (Rius) en su libro” La Interminable Conquista de México":
pasamos de ser conquistados por los españoles a ser conquistados por la
economía de Estados Unidos. Así que independientes, independientes, pues no lo
somos. ¿Y entonces qué vamos a celebrar? Carezco de respuestas. Y francamente,
no sé si el 15 de septiembre estaré allí para festejar. No sé si el ánimo me
alcance.
2. Enrique Rivero Ojeda
Integrante
del Colectivo Machincuepa
Twitter: @Enrio3000
¿Independencia de qué?
Si nos ponemos serios por un momento y lo pensamos un poco, tal
vez nos daríamos cuenta de que México es un país aún muy joven. Con un pasado
complejo y una historia que lucha por construirse día a día. ¿Independencia,
Revolución, Democracia? Podrá parecer poco optimista, pero creo que estos
conceptos todavía no se han consolidado de ninguna manera en la realidad
mexicana. Como fenómenos concretos es claro que han tenido una existencia (la
Independencia y la Revolución, la democracia no) patente, pero como verdaderas
transformaciones sociales aún están muy lejos de tener un impacto en la
ciudadanía en su conjunto.
México sigue siendo un país con carencias, con pobreza, con poca
educación, con una sociedad de castas (realidad deleznable, por cierto), con
diferencias económicas insultantes entre unos individuos y otros, con violencia
y corrupción. ¿De qué sirve ser independientes si nuestra situación es
deplorable? Respondo mi propio cuestionamiento: en realidad no es que sirva o
no (la palabra es demasiado funcionalista), en realidad es que debemos hacer un
uso adecuado de ella.
Celebramos que somos mexicanos, que no pertenecemos más al
“Imperio” español, que nosotros ponemos nuestras propias reglas, que tenemos
una identidad que nos hace ser nosotros y no otra cosa. Esa es la esencia del
mexicano. Muy bien. Hay que celebrarlo, llenarnos la boca de orgullo y de un
grito jubiloso de felicidad. Se vale. Incluso es necesario. Sin embargo, la
realidad del país nos exige ir más allá del patrioterismo y el festejo efímero.
La situación del país demanda compromiso y responsabilidad moral y ciudadana.
El panorama de nuestro país es negro en cuanto a la política se refiere. Es
imposible hablar de independencia sin hablar de estado y es imposible hablar de
estado sin hacerlo también de política. Es ahí en donde debemos hacernos
presentes. Estamos pasando por un trauma poselectoral, por un trago difícil de
pasar. Podríamos pensar que no hay que celebrar nada, que el nihilismo es el
camino más digno frente a esta ominosa situación. A pesar de ello creo que sí
hay que celebrar: debemos celebrar que la sociedad civil está más interesada
por lo que sucede a su alrededor, por aquello que acontece en la política y en
la realidad inmediata. Debemos celebrar no solo que nos preocupamos por lo que
pasa en el país, sino que nos ocupamos. Celebremos que después de mucho tiempo
la sociedad mexicana está volviendo a ser crítica y propositiva, que está
interesada no solo en el bienestar propio, sino en el bien del otro. Celebremos
que queremos un país más justo, más igualitario, más noble, más real.
Celebremos la independencia, pero también ejerzámosla. La historia del país se
ha ido construyendo, tal vez el camino no ha sido el mejor. Tal vez este sea el
momento de hacer los cambios necesarios para que la próxima historia que
contemos de México sea mejor que la que nos contaron. En la organización, el
compromiso y la responsabilidad podemos encontrar las vías para ello. Hagamos
de la independencia no un evento aislado, sino una realidad conjunta. Gritemos
sin miramientos: “Viva México”, sí, “Viva México… Sin PRI”.
3. Paula Arizmendi
Mar
Integrante
del Colectivo Machincuepa
Twitter: @Parizmar
He ahí la cuestión.
Hace unos días un amigo me preguntó si celebraría el 15 de
septiembre. Y la primera respuesta, sin pensarlo, fue: “Claro, qué pregunta”,
una respuesta tan contundente y terminante que mi amigo no se animó a
preguntarme por algo más, y optó mejor por irse. Temí haberme visto
intolerante, y una vez que ese tipo de angustias entran ya no hay marcha atrás,
comienzan a atropellar todas a la vez. El cuestionamiento se hizo más duro en
solitario: Por qué celebras si México está tan mal, me decía mi voz interna
--tan parecida a la voz de mi amigo--, no son estos tiempos de celebrar por
nada, cuando un presidente tan vacilante y seis años peligrosos e
infernales se aproximan. Por qué celebras la Independencia, si México aún no es
libre ni independiente, si depende de cualquier movimiento de su vecino país,
si la pobreza ha aumentado aceleradamente en los últimos seis años, si los
periodistas tienen miedo de ser decapitados a cada instante. Cómo se te ocurre
festejar cualquier cosa de México, si estamos de luto, si llevamos más de
setenta mil muertos en seis años, si tanta gente está enojada porque el país es
un desastre, si los políticos son una porquería, si las instituciones no
funcionan, si todo está patas arriba y no hay solución que se vea a la
distancia, si... ¿Por qué celebras? ¿Cómo se te ocurre? Y la voz continuó hasta
que ya no distinguía sus razones, solo las lacerantes quejas que quieren
destruir cualquier amor a México.
Entonces el silencio me sobrecogió. ¿Es verdad todo eso? Sí, me
respondió mi voz. Sí, me insistió y no tendrías por qué celebrar nada. Tuve la
fugaz tentación de decir que no valía la pena luchar más. Al fin y al cabo,
¿quién va a salvar a México? Y entonces, solo entonces, cuando pensé en todo lo
que estaba mal, comprendí por qué había que celebrar. Celebraré, pensé, y luego
dije en voz alta, celebraré porque a pesar de todo eso México sigue en pie.
Porque lo que vale la pena de ese país, siempre, siempre, es su gente.
Celebraré por los periodistas, que a pesar de estar amenazados de muerte,
diariamente salen a trabajar y enfrentan su miedo de morir baleados en las
calles o acuchillados en sus calles. Festejaré por los ciudadanos de a pie, que
a pesar de los ires y venires de los más corruptos políticos, pagan sus
impuestos y siguen cumpliendo las leyes. Celebraré a los mexicanos enojados,
que cada día son más, y que se van uniendo a la sociedad civil participativa,
cada vez más numerosa. Festejaré porque México, al fin y al cabo, es mucho más
que un partido político, que durará seis años en el poder y luego se irá, y
México no, México seguirá. Porque a este país le hacen los mandados los
politiquillos de mierda, pensé. Así que sí, le dije a ese amigo que ya se
había ido, y que tanto se parecía a mi voz interna, celebraré. Y celebraré
porque ahora, más que nunca, justo cuando todo parece ir a peor, justo
cuando es más iluso tenerla, tengo la esperanza de que México va a mejorar. Sé
que México va a mejorar, porque estamos todos juntos en este mismo barco. Y por
eso, todos juntos, celebramos por lo que es, y por lo que viene.
4. Liliana Rivero.
Independencia.
Es no depender de otro. Sin embargo, nuestra economía y política sigue
dependiendo de las grandes potencias industriales. No por ello debe dejarse de
luchar por esta hermosa nación para que algún día nuestra independencia sea
real.
5. Albert Torras Corbella.
Independencia de México es igual a esperanza. Para
mí, como catalán, la independencia de México frente a Castilla es el modelo a
seguir para mi pueblo, que sucumbió también bajo el yugo castellano en 1714. Si
a México le expoliaron oro y plata durante 300 años, a los catalanes llevan
robándonos injustamente desde hace 300 años. Cada día 60 millones de euros en
impuestos que llegan a Madrid y no regresan.
Por eso, para mí, la Independencia de México
es la esperanza.
6. Luis Pedro Montejano.
Esperanzas de justicia y de igualdad. Es una
posibilidad algo costosa para hacer bien las cosas. Para México significaba una
esperanza de acabar con la desigualdad entre indígenas y criollos, sin embargo,
esta desigual continúa. Si en aquella época se explotaba el oro, el campo y la
gente entre otras cosas, ahora pasa algo similar sólo que con diferentes
“nombres”. La desigualdad y las explotaciones de empresas poderosas aún siguen.
Esto sonará muy desolador pero por lo mismo queda mucho por hacer, queda mucho
por luchar. Sé que hay mucho cariño entre los mexicanos y debemos transformarlo
en tratar de que este país sea más igualitario. VIVA MÉXICO!!
7. Andrés Hernández Valero.
Para
mí la independencia es algo que no ha llegado al menos a la cultura mexicana.
Independencia es dejar de depender de papá gobierno y que sean nuestros
empleados y rindan cuentas cuando se logre eso habrá llegado la independencia.
8. Chapulín Artistas Pepe Moreno.
Lo
que por desgracia prácticamente en ningún momento de su historia México ha
tenido: NO-DEPENDENCIA.... Dependemos de los gringos, de los mercados, de los
corruptos que detentan el poder y la hegemonía política y económica. ¿Cambiará
algo con el NEO-PRI?..... ¡NO! Pues la única forma en que México sea
INDEPENDIENTE en un continente y un mundo con lógicas interdependencias es el
reforzamiento de la democracia y una refundación de las bases del Estado y de
toda su estructura, empezando por una profunda reforma en el fondo y en la
forma de la Constitución (Con sus lógicas diferencias pero, más o menos lo mismo
que pasa en España, que necesita un cambio y una reforma profunda en la
estructura del Estado y una verdadera refundación de la democracia incluida una
total reforma de la Constitución, en el marco de la integración de la C. E. y
de una Europa fuerte y solidaria)... Al fin y al cabo España y México, México y
España "Madre e hijo/hijo y madre".www.mariachicocula.es
9. Antonio Huerta Preciado
En lo que a mí concierne, la Independencia es
el eslabón irrompible para los Mexicanos. Hoy entiendo que la Independencia de
Mèxico revive en cualquier comunidad que se reúne en cualquier país, en no
avergonzarnos de donde venimos y saber que nos une la misma sangre. Y eso, eso
es para mí es patria, la que te abraza cuando estás fuera de casa y la que te
enorgullece al volver a tu tierra natal.
Hoy somos muchos jóvenes los que queremos la
oportunidad de destacar en países del extranjero, y dentro de otros
tiempos-espacios nos animamos cada vez que recordamos que México luchó por una
independencia. Ahora esperamos la próxima lucha, la de los Mexicanos
contra la “monarquía”, contra ese cáncer sistemático de masas que solamente nos
podrá afectar si le prestamos atención. Y que si no le prestamos atención hay
oportunidad de sobrevivir más allá de los políticos que quieren dañar a la
sociedad, porque somos personas que convivimos y trabajamos juntos.
Sinceramente, la independencia es el espíritu
que se alimenta con Jaime Nunó y sus viajes auditivos acarician las emociones
de los Mexicanos en el Extranjero.
P.D. La patria es un invento.
10. Yasmín González Aquino.
La
independencia de México según el dictado de mi corazón; es la celebración de la
victoria de la libertad, sobre la opresión y la esclavitud que tuvo como precio
la vida de esos grandes héroes que nos legaron sus ideales como mexicanos. Sin
dudarlo, lucharon con vehemencia y valentía hasta derramar su sangre sobre
nuestra tierra devolviendo con ello a todos los mexicanos la fe de que luchando
también se reencuentra la identidad y la esencia del ser. Pero, ¿qué me dicta
la razón? que actualmente cada día se libra una lucha de independencia ante el
poder, la injusticia y violencia. Sin embargo y a pesar de todo; en el fondo de
mi corazón por amor a México, cada año celebro con el vestigio de la misma fe
con la que hace 200 años se inició el movimiento de independencia, sin olvidar
que la lucha continúa."
11. Yadira Leal.
11. Yadira Leal.
La
independencia de México se acerca más a un sueño oligarca que a la búsqueda
colectiva de la autodeterminación. Un enfrentamiento entre el español ilustrado
nacido en México y el español peninsular. Una lucha de poder entre españoles de
diferente condición y por lo tanto de diferentes privilegios. Una gran masa
oprimida a la que hay que movilizar. Nada nuevo aportaré yo a lo que ya se ha
escrito innumerables veces, o incluso a uno de los aspectos más ambivalentes
que parece ser una constante en la humanidad, y es que la historia de la
humanidad es la historia de la ambición de un hombre. Un hombre que a efectos
prácticos poco importa que fuese español, criollo, mestizo o indígena, liberal
o conservador, militar u hombre de letras. Siempre ha sido la figura ante la
que se han sometido las masas. El balance al día de hoy podría ser agridulce:
un país de más de cien millones de habitantes cuyo destino es decidido por unos
cuantos; un doloroso y paradójico índice de pobreza en un país rico en recursos
naturales y humanos, donde la economía aún crece desafiando a los índices de la
crisis mundial; los oprimidos de toda la vida que ni de independencia ni de
revolución se han enterado y que seguramente heredan la pobreza a sus hijos,
mientras más que nunca millones de mexicanos acceden estudios universitarios;
los efectos secundarios de una supuesta guerra contra el narcotráfico, donde
perseguidores y perseguidos se amalgaman frente a los ojos de los mayores
consumidores... Una historia de claroscuros cuyos capítulos aún se escriben,
donde la renovación de las utopías, como mecanismo crítico y propositivo, se
hace quizás hoy más necesaria. La toma de conciencia que como individuos
adquirimos nos pone en la obligación y el deber de actuar para el mejoramiento
personal y colectivo. Qué diferente sería no sólo México sino el mundo si cada
uno lo hiciéramos, aunque fuese un poquito.
12. Karla Ivalisse Perales Herrera
Es una oportunidad de reflexionar acerca de la lucha de nuestros antepasados, que permita que nuestra conciencia colectiva se reavive, así como el amor por la patria para seguir en pie de lucha, porque la lucha del pasado, es la misma que la del presente, la que impulsó a hombres libres de pensamiento y llenos de ideales a generar movimientos de importancia política y social, usando la guerra como alternativa para generar libertad. Los problemas de la nación a nadie deben dejar indiferentes.
Mexicano: No te hace libre el ir a gritar: "Viva México ca... Canijos". Somos responsables del país.
Los invitamos a seguir reflexionando, y que nos escriban sus ideas y opiniones.